Con el frío que está haciendo estos días no he podido resistirme a preparar una deliciosa y calentita sopa de miso con cerdo y verduras, en japonés tonjiru. es muy fácil de hacer ademas de muy sana y nutritiva. No se tarda mas de 15 minutos en cocinarla.
Sus ingredientes combinan sabores y texturas muy especiales. La riqueza y cuerpo del miso rojo, la textura del konyaku y el sabor del daikon. Os preguntareis, ¿qué es el konyaku?, pues es una gelatina muy común en la cocina japonesa, de origen vegetal, proviene de una planta llamada konjac. Esta es mas consistente que las que solemos encontrar en los supermercados y tiene un sabor ligeramente salado. No es apta para paladares delicados, su sabor y textura no son muy comunes, a mi me ha costado pillarle el punto.
Cortamos el konyaku en trozo del tamaño de un bocado y los escaldamos en agua hirviendo durante unos minutos. Pelamos y cortamos el resto de las verduras y las reservamos. Cortamos las lonchas de panceta en trozos también del tamaño de un bocado. En una olla calentamos el aceite de sésamo, una vez caliente, añadimos la carne, el daikon, el konyaku, la zanahoria, las setas shiitake y el satoimo, rehogamos y añadimos el caldo dashi y el sake, dejamos que arranque a hervir, eliminamos la espuma y cocemos durante 15 minutos a fuego medio. Pasado este tiempo la apartamos del fuego, deshacemos la pasta de miso en poco de caldo y la agregamos al resto de la sopa. Servimos inmediatamente junto con un poco de cebolleta y shichimi. Podemos acompañarlo con arroz cocido.
Las verduras son una parte esencial de la cocina japonesa, existe una gran variedad, algunas las conocemos, las más populares, pero hay otras que desconocemos y que son muy utilizadas, en este post hablaré de algunas de ellas.
1.Bok choy. Esta verdura pertenece a la familia de la col china, sin embargo su aspecto se acerca más al de la acelga. Sus principales lugares de cultivo son Japón, Corea y China. De hojas verdes y tronco blanquecino, el Bok Choy no es cerrado a diferencia de otras coles chinas blancas, además sus valores nutritivos son mayores que los de éstas. Tiene un sabor ligeramente amargo, y no es recomendable para largas cocciones. Esta muy bueno cocinado al vapor o salteado.
2. Eddo. El eddo es un tubérculo marrón y con pequeñas raíces parecido a la patata en sabor y textura, pero solo una vez cocido, ya que crudo resulta tóxico. Al ser similar a la patata se le pueden dar los mismos usos.
3. Kabocha. Así se le llama a la calabaza japonesa. Es dura y de piel nudosa, su piel es color verde oscuro y su interior amarillo anaranjado intenso. Es especialmente dulce, tanto que su sabor se acerca al del boniato. En japón se utiliza mucho en platos de sopa y tempura.
4. Jengibre. A día de hoy el jengibre es ya un ingrediente extendido en cualquier cocina del mundo, pero es en la oriental en la que mayor uso culinario recibe. Es una planta de la familia de las zingiberáceas, cuyo tallo subterráneo es un rizoma horizontal muy apreciado por su aroma y sabor picante. Los rizomas tiernos son jugosos y carnosos, con un fuerte sabor. Se suelen conservar en vinagre como aperitivo o simplemente se añaden como ingrediente de muchos platos. El jengibre en vinagre suele servirse junto al sushi, se utiliza para refrescar la boca y así apreciar mejor el sabor entre una pieza de sushi y otra.
5. Brotes de bambú. Los brotes de bambú puedes encontrarlos tanto frescos como en conserva, se emplean como ingrediente en muchas cocinas asiáticas formando parte de diversos platos y caldos, en concreto en la japonesa se utilizan como toppings en caldos o salteados. Los brotes frescos como los de la imagen son más difíciles de encontrar pero mas buenos que los que ya vienen en conserva.
6. Wasabi. El wasabi es ese pegotito de color verde que acompaña al sushi y que de primeras piensas que es aguacate hasta que te lo comes y te comienza a arder la boca. Ahora hablando más técnicamente diré que es la raíz de la planta que lleva el mismo nombre, se utiliza como condimento y acompañando platos de sushi, su sabor es fuerte y picante. La raíz de wasabi es escasa y difícil de producir, por ello se suele recurrir a sucedáneos del wasabi que se extraen del rábano picante y al que se le añaden colorantes para darle el tono verde característico.
7. Daikon. El daikon es una especie de rábano japonés de aspecto alargado y blanco, su sabor es picante y puede consumirse crudo, encurtido, en sopas, rallado como acompañamiento, en guisos de carne…Su preparación es como la del resto de raíces se pela sin profundizar y se trocea según convenga para la receta. También se pueden aprovechar las hojas para otras elaboraciones, muy valoradas por su contenido en vitamina C, betacaroteno, calcio y hierro
8. Myoga. O también llamado jengibre japonés, es una planta herbácea caducifolia originaria de Japón que se cultiva por los capullos comestibles de sus flores y sus sabrosos brotes. Los capullos se cortan en tiras finas y se usan en la cocina japonesa como guarnición para sopas, ensaladas y platos tales como la berenjena asada.
9. Berenjena japonesa. Estas berenjenas son diferentes, son más alargadas, su piel más lila y su interior mas blanco, son mas suaves y tiernas que las que habitualmente consumimos.
10. Shiso. Las hojas de perilla, en japonés llamadas shiso son unas hojas que se utilizan en la cocina oriental, se cultivan sobre todo en India y Asia oriental. Su sabor es ligeramente mentolado y se utilizan para dar un toque aromático a los platos. Son muy populares en Japón y existen dos variedades: ojiso o shiso verde y akajiso o shiso rojo.
11. Raíz de loto. En la cocina japonesa se utilizan tanto las flores y sus pétalos como la raíz, su forma hace que la presentación de los platos sea muy llamativa. Es ligeramente dulce, puede consumirse en crudo y cocinada mediante distintos métodos de cocción. Como las patatas, sus posibilidades culinarias son casi infinitas, hervidas, asadas, fritas…
12. Hakusai. Es lo que conocemos como col china. Es una de las verduras en la cocina japonesa más común. Tiene una forma muy parecida a la lechuga.