RECETA DE GAZPACHO TAILANDÉS

 © Carmen Martínez

Está receta de gazpacho tailandés es la fusión de las dos cocinas que más me gustan, la asiática y la andaluza, y a veces de las mezclas más inesperadas obtenemos auténticas joyas, como este delicioso y fresco gazpacho tailandés!

He mezclado los ingredientes tradicionales de un gazpacho con otros típicos de la cocina tailandesa, como el chile, la salsa de pescado y la leche de coco. Me he inspirado en una receta de la autora del blog Lady and Pups realizando algunos cambios para darle un toque más andaluz. Lo más interesante de la receta es que el aceite que utilizaremos para emulsionar el gazpacho está infusionado con pieles de gambas, chile, lemongrass y salsa de pescado. Creo que este detalle es lo que me llamó más la atención de la receta, es imposible que un gazpacho este malo con este aceite tan especial.

El resultado ha sido un gazpacho tailandés fresco y potente, con la mezcla perfecta de sabores orientales y andaluces, además con ese toque picante tan característico de la cocina tailandesa.

 © Carmen Martínez

Ingredientes para 4 personas:

PARA EL ACEITE DE LANGOSTINOS:

  • 500 gr de langostinos (cabezas y piel)
  • 2/3 de taza de aceite de oliva
  • 1 cucharada de cayena
  • 1 manojo de menta o hierbabuena
  • 2 cucharadas de salsa de pescado
  • 1/4 de taza de agua
  • 1 tallo de lemongrass

PARA EL GAZPACHO:

  • 3/4 taza de leche de coco
  • 800 gr de tomate natural
  • 5 tallos de lemongrass (la parte blanca)
  • 3 chiles frescos pequeños
  • 1/4 de taz de zumo de lima
  • 1/2 pepino
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 cebolla pequeña
  • sal

 © Carmen Martínez

Elaboración:

Para el aceite de langostinos: Pelamos los langostinos, por un lado reservamos las cabezas y la piel y por otra la carne que salteamos con un poco de pimienta, sal y que reservaremos en el frigorífico para que se enfríe.

Con una tijeras vamos a cortar las cabezas y pieles tan pequeñas como podamos, luego las combinaremos con el aceite, el chile, la menta, el lemongrass y la salsa de pescado en una cacerola.

Lo vamos a cocinar a fuego medio durante 9 o 10 minutos hasta que las cáscaras estén casi doradas y en la base de la olla comience a formarse una pequeña costra marrón – lo que en Cataluña se conoce como “socarrat”.

Entonces le añadimos el agua y con una paleta de madera raspamos el fondo de la olla para que esa costra de mezcle con el aceite, seguimos cocinando durante 2 minutos más para que reduzca un poco y colamos. Hay que colarlo al máximo para conseguir la mayor cantidad de líquido.

Para el gazpacho: Primero vamos a pelar los tomates y a cortarlos en trozos. En un vaso de batidora añadiremos los tomates, el lemongrass, el chile, el ajo, el pepino y la cebolla, batimos y colamos o bien con un colador de tela o si utilizáis uno normal lo mejor es presionar la parte sólida con un cazo o cuchara hasta que no le quede nada de líquido. Deberíamos de conseguir al menos una taza y media de líquido.

Una vez que hemos colado el gazpacho le añadiremos 1/4 del aceite de langostinos -el resto lo reservaremos- la manera es, mientras que batimos vamos añadiendo el aceite lentamente para que este vaya emulsionando, lo notaréis porque el color del gazpacho irá cambiando poco a poco al igual que la textura, se volverá más cremoso y anaranjado. Finalmente ajustamos la sal y metemos en el frigorífico por 2 horas.

Para servir nuestro gazpacho colocamos un poco en un tazón, añadimos los langostinos -tres o cuatro por tazón-  la leche de coco, un poco de aceite de langostinos y unas hojas de menta.

Ya solo os queda disfrutarlo bien fresquito y a la sombra!