foto: Geographical Magazine
MES DEL SUSHI VEGETARIANO EN CONDOSPALILLOS
Desde que viajé al sudeste asiático y vi con mis propios ojos la cantidad de plástico que hay en las playas y cómo se están degenerando y destruyendo muchísimos de sus arrecifes coralinos, he tomado absoluta conciencia del problema y del impacto que nuestros residuos tienen en el hábitat marina.
Desde entonces procuro generar la mínima cantidad de plástico teniendo en cuenta que es casi imposible comprar algo que no esté envasado. Procuro comprar a granel, reutilizar las bolsas de plástico -si no me queda más remedio que comprarlas- utilizar bolsas de tela, por supuesto reciclar y comprar en mercados locales, pero ahí no queda todo. A parte del plástico y la contaminación, los océanos se enfrentan a otro peligro, la sobreexplotación pesquera.
Creo que pocas cosas hay en el mundo que me gusten tanto como el pescado y el marisco, es uno de mis alimentos favoritos, me gusta de todas las maneras, si pudiese me alimentaría de pescado, pero cada vez como menos, cada vez tengo más conciencia de la situación de las reservas pesqueras y la calidad del pescado que comemos.
Se estima que hay 5 billones de piezas de plástico en el océano, muchas de las cuales son lo suficientemente pequeñas para ser ingeridas por la vida marina y se abren camino a través de la cadena alimenticia para, en última instancia, llegar a nuestro plato. Cabe decir que por supuesto esto es un dato problemático y potencialmente perjudicial para la salud humana.
Existen muchos estudios que advierten que las reservas de pescado mundiales se están agotando. Según un informe de la FAO (La organización de naciones unidas para la alimentación y la agricultura) estamos extremadamente cerca de alcanzar el límite sustentable de la producción mundial de pescado.
¿Por qué? Porque el consumo de pescado ha aumentado sin control, la cantidad de pescado ingerida por individuo al año es alarmante, la sobreexplotación se ha triplicado desde los años 70 y el 40 por ciento del atún y los pescados más demandados son capturados de manera insostenible.
Las capturas a gran escala, o sea el pescado que se vende en las grandes superficies, utilizan la pesca de arrastre y están acabando con muchas especies y con el fondo marino. Existe un límite absoluto acerca de lo que podemos extraer del mar y posiblemente ese límite está cerca de los niveles de producción actuales.
Actualmente se están desarrollando proyectos de acuicultura por todo el mundo, proyectos enfocados a la cría de peces en granjas acuáticas, la acuicultura es actualmente la fuente del 50 por ciento de todo el pescado consumido en el mundo, pero esto no ha influido favorablemente en el estado del pescado marino. La pesca ilegal representa actualmente con 26 millones de toneladas al año, casi el 15 por ciento de la producción de pesca mundial marina y terrestre.
¿La acuicultura es el futuro? Lo dudo mucho. Esta técnica no solo promueve la introducción de especies invasivas, sino que también conlleva el riesgo de contaminar los hábitats naturales cercanos.
¿Qué podemos hacer entonces? Intentar equilibrar la balanza!
Además de intentar comer menos pescado hay una serie de hábitos muy sencillos que podemos adoptar para salvar nuestros océanos desde casa:
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No comprar pescado o marisco sin conocer su procedencia, pueden haber sido capturados ilegalmente.
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Diversificar nuestro consumo de pescado y marisco, en cada estación del año cambia lo que el mar nos ofrece. Como con frutas y verduras, “el pescado debe ser también de temporada”.
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Compra pescado o marisco que cumpla las tallas mínimas y vedas, puedes poner en peligro su futuro.
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Conoce más sobre los productos que compras: donde se pescan, cómo se capturan, que flotas han emprendido acciones para asegurar su conservación.
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Pide y mira la etiqueta de lo que compres en la pescadería, es tu derecho. La etiqueta contribuyen a aumentar la transparencia en el mercado porque permite a los consumidores informarse de las opciones de los productos que compran y permite realizar un consumo responsable y con conciencia.
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Busca el sello de sostenibilidad MSC (pesca salvaje) y ASC (para acuicultura)
Yo pongo mi granito de arena compartiendo durante un mes sushi vegetariano en condospalillos. Cuatro deliciosas recetas de sushi sin pescado , porque nuestros océanos y nuestros peces necesitan una tregua.